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[blockquote text=»Cualquier animal es susceptible de recibir este tratamiento milenario, que se puede realizar a domicilio y aplican profesionales veterinarios desde hace más de dos décadas en España» text_color=»#ffffff» width=»60%» line_height=»undefined» background_color=»#a6035d» border_color=»» show_quote_icon=»yes» quote_icon_color=»#ffffff»]

 

Hoy queremos hacernos eco de un artículo publicado en abc.es , donde se recoge una entrevista realizada a dos colegas nuestras, Esther Sevillano y María Teresa Recio. No queríamos dejar pasar la oportunidad de que nuestros clientes y lectores supiesen un poco de este tema a través de esta interesante entrevista:

¿Desde cuándo se practica la acupuntura veterinaria en España?

La acupuntura veterinaria se practica en España desde hace más de dos décadas. Sin embargo, se está conociendo ahora gracias a la existencia de escuelas de formación, asegura Esther Sevillano, responsable del área de Medicina Tradicional China del Hospital Veterinario Asturias (Gijón) desde hace siete años. Y que comprende, también, la terapia herbal, la terapia alimentaria y los masajes; no solo la estimulación de puntos específicos del cuerpo mediante la inserción de agujas.

«En España aún no están homologados estos estudios, ni siquiera los Colegios Veterinarios nos reconocen como especialidad», se lamenta María Teresa Recio, propietaria de la empresa Jing Well, que ofrece en exclusiva acupuntura para animales de compañía desde 2013.

Intrusismo

«Todavía existe desconocimiento y desconfianza sobre la acupuntura veterinaria. Hay personas que han tenido malas experiencias recurriendo a medicinas alternativas para ellos mismos. También he escuchado que acupuntores de personas tratan a animales, que los patrones de enfermedad son los mismos y el mapa de acupuntos es casi idéntico. Es imprescindible que el acupuntor de una mascota sea un veterinario licenciado: no sólo nos dedicamos a poner agujas, asesoramos sobre la alimentación (qué necesidades porcentuales de nutrientes requieren un perro, un gato o un caballo) y la medicación (si es conveniente subir o bajar la dosis de determinados fármacos)», subraya Recio.

«El intrusismo profesional no beneficia a nadie y menos a nuestros pacientes. La Medicina Tradicional China es tan antigua y tan admirable que merece un gran respeto y para ejercerla requiere la mejor formación», añade Sevillano.

Es imprescindible que el acupuntor de una mascota sea un veterinario licenciado

 

 

¿Para qué animales y patologías se recomienda la acupuntura veterinaria?

Cualquier animal es susceptible de recibir acupuntura: «Todos tenemos unos canales energéticos o meridianos a través de los cuales circula el Qi o energía vital», explica Sevillano.

«En Estados Unidos, por ejemplo, varios zoológicos y centros de recuperación de animales trabajan la acupuntura en delfines: la doctora Connie Clemons-Chevis (Instituto para el Estudio de Mamíferos Marinos) analiza el mapa de acupuntos de estos cetáceos en la actualidad. También he visto como en Costa Rica y Brasil se hace acupuntura en tortugas e iguanas, sin ir más lejos. Dependiendo de la situación geográfica, el veterinario conocerá mejor y estará más habituado a trabajar y manejar ciertas especies», comenta Recio, que trata sobre todo perros y gatos, aunque le gustaría adquirir experiencia en casos clínicos de roedores, aves y reptiles. «Pero creo que en España no hay tanto público de animales exóticos», opina. «Un mercado que está muy en auge es la acupuntura en caballos», reconoce, en cambio. Y nunca aplicaría esta técnica milenaria a peces: «Su manipulación es peligrosa por el estrés que les podemos producir».

Úlceras, artrosis, diabetes…

La Organización Mundial de la Salud recomienda la acupuntura para más de 250 enfermedades (muscoesqueléticas, endocrinas, cardíacas), problemas (piel, gastrointestinales, respiratorios, de comportamiento), alteraciones (neurológicas, urinarias, inmunes) y trastornos (reproductivos, p.ej.), así como para acelerar la rehabilitación postquirúrgica o mejorar la calidad de vida en pacientes geriátricos y con cáncer, detalla Recio.

La acupuntura acelera la rehabilitación postquirúrgica y mejora la calidad de pacientes geriátricos

 

¿La acupuntura veterinaria se puede prestar a domicilio?

La acupuntura veterinaria se puede realizar a domicilio: «Para plantear un tratamiento siempre debemos tener un patrón de la enfermedad a tratar, para lo que nos puede resultar de gran ayuda la medicina convencional, aunque no es estrictamente necesario», manifiesta Sevillano.

«¿Sabes cómo diagnosticamos nosotros? Observando el color y forma de la lengua, tocando sus pulsos y palpando determinados puntos alarma sobre la espalda generalmente», explica Recio.

Combinación de técnicas

Para reforzar el efecto de la acupuntura se combinan otras técnicas. Ambas veterinarias coinciden en señalar cuatro. La primera sería la electroestimulación, que ayuda a que el hipotálamo secrete más cantidad de endorfinas y serotonina. La segunda consistiría en la aplicación de un puro de artemisa sobre la piel o la aguja, siendo la moxibustión muy efectiva ante patrones de enfermedad que producen frío y se alivian con calor (como en las diarreas crónicas, por ejemplo). Y, por último, la elaboración de dietas naturales personalizadas (introduciendo fórmulas herbales) y los masajes.

Cada día más propietarios de mascotas demandan estas técnicas complementarias, sobre todo cuando se trata de animales geriátricos o cuando las dolencias se vuelven crónicas. Además, «la gente se está concienciando sobre la importancia de prevenir enfermedades a través de una alimentación natural y casera para sus mascotas».

Los dueños se están concienciando sobre la importancia de prevenir enfermedades a través de una alimentación natural

 

¿Qué tipo de agujas se usan? ¿Duele la acupuntura veterinaria?

A diferencia de la medicina humana, en veterinaria no existe un riesgo elevado de transmisión de enfermedades venéreas: las agujas podrían desinfectarse con alcohol y volver a usarse, pero la prevención es lo primero. Y, por supuesto, también se usan una sola vez por otro motivo: porque el filo de la punta se pierde después de introducirlas en la piel. «En el siguiente animal la aguja ya no estaría tan afilada y no entraría tan suave, provocándole un daño innecesario». Además, en ocasiones, después del tratamiento las agujas suelen sacarse torcidas: «Es muy normal que los perros y los gatos se muevan durante la sesión de acupuntura». Aunque también muchos dueños se sorprenden de que sus mascotas lleguen, incluso, a dormirse durante los 20-40 minutos que dura cada una de ellas, asegura Recio.

Lo realmente determinante a la hora de elegir un tipo u otro de aguja es la sensibilidad de cada individuo, manifiesta Recio. «Si decido punturar las caderas de un perro de tamaño grande, debo llegar hasta la articulación y necesitaré una aguja de unos siete centímetros para conseguir el efecto deseado. Pero si lo que quiero es punturar sus manos o pies, debo usar una aguja más corta para no atravesarlo». En cuanto al grosor de la aguja, igual. «En animales de avanzada edad y normalmente débiles, que no reaccionan a los estímulos rápidamente, o bien ante animales muy tranquilos, como los perros de raza Labrador, conviene usar agujas gruesas. Por el contrario, ante un animal con dolor agudo o muy nervioso o con mucho miedo, deberemos emplear agujas de un grosor más fino». La acupuntura veterinaria es indolora, tranquiliza Sevillano.

Ante un animal con dolor agudo o muy nervioso o con mucho miedo, deberemos emplear agujas de un grosor más fino

 

¿Por qué te especializaste en acupuntura veterinaria?

María Teresa Recio: «Estuve apenas dos años trabajando como veterinaria occidental en Barcelona, en Medicina General, y me sorprendía la cantidad de enfermedades leves que se cronifican y se agravan con el tiempo. Otitis, alergia de piel, diarreas, asma… da igual la enfermedad, todas ellas tienen el mismo tratamiento: antibióticos, antiinflamatorios o corticoides. Y todos los pacientes volvían cada mes con el mismo problema y volvíamos a prescribirles las mismas pastillas y gotas, sin resolver el problema verdaderamente, incluso volvían más enfermos a causa de los efectos secundarios que estos medicamentos producen. No me podía creer que esto era lo único que podíamos hacer por los animales, tenía que haber algo menos agresivo y a la vez efectivo para curar o aliviar enfermedades, sin efectos adversos para el animal». Y tan solo después de haber cursado el primer módulo de sus estudios en Acupuntura y Medicina Veterinaria Tradicional China se dio cuenta de que «esto podía ser maravilloso».

Me sorprendía la cantidad de enfermedades leves que se cronifican y se agravan con el tiempo

 

Propia experiencia

Esther Sevillano: En mi caso llevo ejerciendo esta profesión desde hace 27 años, pero tras acudir a un acupuntor parar tratar mi hernia discal comprendí que un mundo nuevo se abría ante mis ojos y que era lo mejor que me podía pasar a mí y a mis pacientes. Como Otto, un perro de raza Schnauzer miniatura, el caso clínico que más ha conmovido a esta doctora: «Presentaba una parálisis a consecuencia de una hernia discal que sufría desde hacía tres meses, con incontinencia fecal y urinaria. Después de mucho esfuerzo y gracias a su familia, que nos permitió trabajar con él, empezó a caminar al mes, y a los tres meses ya volvía a correr».

Tras acudir a un acupuntor parar tratar mi hernia discal comprendí que un mundo nuevo se abría ante mí y mis pacientes

 

Autor: RUTH PILAR ESPINOSA para abc.es