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Tener un perro implica una gran responsabilidad, no solo en términos de bienestar animal, sino también en cuanto a la seguridad de las personas y otros animales. En España, si un perro ataca a otra persona o a otro animal, su propietario puede enfrentarse a consecuencias legales que van desde indemnizaciones civiles hasta posibles sanciones penales.

Es fundamental conocer la normativa vigente y las posibles implicaciones legales de un ataque canino para poder prevenir situaciones peligrosas y actuar correctamente en caso de que ocurra un incidente. En este artículo, analizamos las posibles consecuencias de un ataque de perro desde el punto de vista civil y penal, además de responder a la duda de si es posible que las autoridades ordenen la retirada o eutanasia del animal.

¿Qué ocurre si mi perro ataca a otro perro o persona?

Consecuencias civiles: indemnización por daños y perjuicios

El propietario de un perro es responsable de los daños que pueda causar su mascota. Esto está regulado en el artículo 1905 del Código Civil, que establece que el dueño de un animal es responsable de los perjuicios que este provoque, incluso si se ha escapado o extraviado.

Si tu perro ataca a otra persona o a otro perro, puedes ser obligado a pagar una indemnización por los daños ocasionados. A la hora de calcular esta indemnización, se suelen considerar los siguientes factores:

  • Daños materiales: ropa, accesorios o cualquier otro objeto que haya resultado dañado durante el ataque.
  • Gastos veterinarios: en caso de que el perro atacado haya resultado herido y necesite atención médica.
  • Secuelas derivadas del ataque: tanto físicas como psicológicas en personas, o en el caso de otro perro, posibles secuelas que afecten su calidad de vida.
  • Gastos médicos y rehabilitación: si la víctima es una persona, se tendrán en cuenta los gastos médicos derivados de las lesiones.
  • Días de baja laboral: en caso de que la víctima de la agresión deba ausentarse del trabajo.
  • Daño moral: si el perro atacado fallece, su dueño podría reclamar una compensación adicional.
  • Valor patrimonial del animal: en caso de que el perro atacado muera, se puede solicitar una indemnización equivalente al valor económico del perro.

En algunos casos, si se demuestra que el ataque se produjo por una negligencia del dueño del perro agredido (por ejemplo, si el otro perro estaba provocando al atacante o si su dueño no lo tenía bajo control), la responsabilidad del propietario del perro agresor podría verse reducida o incluso eliminada.

Consecuencias penales: ¿puedo enfrentarme a un delito?

Además de la responsabilidad civil, si el ataque de un perro provoca lesiones graves a una persona, el propietario podría enfrentarse a consecuencias penales. Según el Código Penal, si una persona sufre lesiones que requieren tratamiento médico o quirúrgico debido a la imprudencia del propietario del perro, este podría ser acusado de un delito de lesiones por imprudencia.

Dependiendo de la gravedad del caso, las penas pueden ser:

  • Si se considera una imprudencia grave, el dueño del perro podría enfrentarse a una pena de prisión de tres a seis meses o una multa de seis a 18 meses.
  • Si se considera una imprudencia leve, la pena sería de multa de uno a tres meses.
  • En casos extremos, si el ataque del perro causa la muerte de una persona y se demuestra una negligencia grave por parte del dueño, podría enfrentarse a cargos de homicidio imprudente, lo que conlleva penas de prisión más severas.

¿Qué ocurre si la víctima denuncia el ataque?

Si la persona afectada denuncia el ataque ante las autoridades, se iniciará una investigación para determinar las circunstancias del incidente y la posible responsabilidad del propietario del perro.

Los pasos que suelen seguirse son:

  1. Interposición de la denuncia: La víctima puede presentar una denuncia ante la policía o en el juzgado.
  2. Investigación del caso: Se recabarán pruebas, como informes médicos o veterinarios, declaraciones de testigos y posibles antecedentes del perro agresor.
  3. Determinación de la responsabilidad: Se analizará si el propietario del perro actuó con negligencia, por ejemplo, si el animal iba suelto en una zona no permitida o si pertenece a una raza considerada potencialmente peligrosa y no llevaba bozal.
  4. Sanción o resolución del caso: Dependiendo de la gravedad del ataque, se puede imponer una multa, una orden de indemnización o incluso iniciar un proceso penal.

¿Pueden quitarme o mandar sacrificar a mi perro?

Una de las preocupaciones más comunes en estos casos es si las autoridades pueden retirar o sacrificar al perro que ha causado el ataque. En España, la eutanasia de un perro no es una medida que se aplique de manera automática tras un ataque.

Lo que suele ocurrir es lo siguiente:

  • Se evalúa la conducta del perro mediante un informe veterinario para determinar si es agresivo o si el ataque fue un caso aislado.
  • Se pueden imponer medidas preventivas, como la obligación de llevar bozal y correa en espacios públicos, o someter al animal a un proceso de reeducación.
  • En casos extremos, si se considera que el perro representa un peligro incontrolable para la sociedad y no es posible su rehabilitación, un juez podría ordenar su sacrificio. Sin embargo, esto es poco frecuente y solo se da en situaciones muy graves.

 

Ser propietario de un perro conlleva responsabilidades legales importantes. En caso de que tu mascota ataque a otra persona o a otro animal, podrías enfrentarte a sanciones civiles y, en los casos más graves, incluso a penas de cárcel. Para evitar estas situaciones, es fundamental educar correctamente a tu perro, socializarlo desde cachorro y seguir todas las normas de seguridad establecidas por la ley.

Si te encuentras en una situación en la que tu perro ha atacado a alguien, es recomendable contactar con un abogado especializado en derecho animal para recibir asesoramiento legal y minimizar las posibles consecuencias.