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Secar el pelo bien de un perro en invierno es fundamental tras el baño. Pero, ¿cómo saber si lo hacemos correctamente o se ha secado suficientemente?

Después del último aclarado del baño, hay que secar con una toalla para quitar la mayor parte del agua. En perros con pelo largo, hay que evitar frotar en círculos para que el pelo no se enrede más de la cuenta.

Cuando ya no gotea y el pelo está húmedo, pasaremos a utilizar el secador con aire caliente.

Si es un perro de pelo corto no es necesario cepillarlo antes del secado. Con una manopla de caucho iremos cepillando a la vez que secamos. Lo importante, especialmente en invierno, es reducir el tiempo de secado. Al cepillar, facilitaremos el proceso y se acortará el tiempo de secado. Además ayudará a eliminar todo el pelo muerto que queda en el perro y le dará brillo.
Si tu mascota es de pelo largo, después de la toalla, y antes del secador, hay que desenredar. El pelo mojado es más elástico, y a su acortará también el tiempo de secado.
Ten en cuenta que el aire abre el pelo por delante. Pero debes estirar con el cepillo para secarlo también por detrás. Evita mantener el secador en un punto fijo. El secador se ha de mover en todo momento para no recalentar la piel o quemarla.

Cuando ya tengas el pelo seco completamente, para que el pelo sea aún más bonito, vuelve a pasar el secador con la ayuda del cepillo y por capas. Empieza por las capas internas y avanza hacia el exterior y siempre de la raíz a puntas. De esta forma volvemos a ordenar todo el pelo que se había alborotado como consecuencia del aire en el primer secado. La base del secado es la siguiente: El aire caliente da forma al pelo y el aire frío fija.

Cuando ya está completamente seco, puedes aplicar un potenciador de brillo en spray. Si el ambiente tiene mucha electricidad estática, se puede evitar con productos anti estáticos.