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Pese a que cada vez más personas deciden seguir la dieta BARF para alimentar a sus mascotas, aún son muchos los dueños que se muestran recelosos a la hora de dar de comer alimentos crudos a su perro o gato. Apoyados en los riesgos que supone este tipo de alimentación para la salud de sus compañeros (como, por ejemplo, la posibilidad de contraer parásitos) prefieren optar por otro tipo de opciones, como los compuestos artificiales con un alto contenido en cereales. ¿Qué tipo de alternativa es mejor? ¿Realmente resulta tan arriesgada una alimentación basada en vegetales y carne cruda? Sigue leyendo…

En Vital Veterinaria nos hemos propuesto desmentir un par de mitos acerca de la dieta BARF. Hemos recopilado aquí las falsas creencias más extendidas entre la población. ¡Toma nota!

🐾 La manipulación de carne cruda supone un riesgo

Si bien es cierto que el riesgo cero no existe, es importante tener en cuenta que los peligros de manipular piezas sin cocinar para tu perro o gato son los mismos que los que habría al manipular carne para consumo humano. De hecho, está comprobado que gran parte de los problemas por intoxicación se deben a una higiene incorrecta o insuficiente por parte de la persona que manipula la comida. Por tanto, podría decirse que, aunque esta creencia no es falsa, sí que se trata de una afirmación sesgada, centrada únicamente en destacar los problemas en la alimentación de animales.

🐾 El consumo de carne cruda provoca infecciones

Está claro que el hecho de cocinar los alimentos disminuye las posibilidades de contraer una infección. Sin embargo, resulta necesario recordar que la fisiología de tus mascotas apenas ha cambiado de la de sus ancestros. Ancestros que, estarás de acuerdo, se alimentaban con aquello que encontraban en la naturaleza. Es decir, su dieta se basaba en piezas de caza que, por supuesto, ingerían sin cocinar. El hecho de que la anatomía de una persona no tolere adecuadamente la carne cruda (y su consumo pueda suponer riesgos para la salud) no implica que pueda afectar negativamente a los perros y a los gatos. De hecho, el ser humano es vulnerable a bacterias como la Salmonella que, no obstante, pueden encontrarse en el tracto digestivo de los animales sin producirles problemas.

mitos sobre los perros🐾 A tener en cuenta…

Tomando las precauciones adecuadas, la dieta BARF no supone un riesgo para la mascota (ni para los humanos que conviven con ella). En cualquier caso, sí que es cierto que este tipo de alimentación exige seguir medidas de higiene básicas (unas medidas que deberían tomarse también para la manipulación y el consumo de los alimentos para humanos). Si quieres profundizar un poco más en este asunto, te recomendamos un interesante artículo titulado El riesgo infeccioso (real) de la dieta BARF, redactado por una veterinaria/nutricionista. ¡Seguro que te resultará de lo más interesante!